Revestimientos exteriores
Los revestimientos exteriores son elementos superficiales o linales utilizados en revestimiento de fachadas (y eventualmente pueden emplearse en volados, aleros, etc).
Excepcionalmente pueden aportar alguna característica suplementaria como aislamento térmico o acústico.
Durante la conquista del oeste se desarrolló en EEUU el sistema de construcción balloon frame.
Consistía en un entramado ligero revestido en fachada de tablas tingladas.
Pese a su carácter provisional se pudo comprobar su eficiencia y su durabilidad, que podía prolongarse durante años con un adecuado mantenimiento.
El entablado ha perdurado y se sigue empleando todavía pero los materiales de revestimiento han evolucionado mucho en paralelo a los adhesivos de exterior y a los materiales compuestos en la búsqueda de materiales más eficientes y con poco o nulo mantenimiento.
En Norteamérica han tenido un mayor desarrollo los materiales compuestos (especialmente la madera-plástico) mientras en Europa se ha trabajado sobre todo en nuevos productos tratados (madera termotratada, madera oleotérmica,…); mientras en España han tenido un extraordinario éxito los tableros especiales de alta densidad y los de fibras impregnadas.
Atendiendo a su forma pueden ser linales (o lamas) y superficiales (tableros o paneles).
Su superficie puede ser lisa o en relieve, presentando diversas mecanizados en función del dibujo que se quiera obtener en fachada.
Existen diferentes materiales para el revestimiento de exteriores:
Madera maciza, es el material más clásico para los elementos lineales pero, dependiendo de la especie, puede presentar problemas de durabilidad por lo que requiere un tratamiento o un acabado protector (una pintura de poro abierto o un lasur).
Madera laminada, se emplea en forma de ‘rodajas’ de piezas mayores de madera laminada con adhesivos de exterior. La madera puede ser tratada o de durabilidad natural suficiente.
Madera tratada, madera cuya durabilidad natural frente agentes bióticos (hongos e insectos xilófagos) se ha mejorado mediante la introducción de productos protectores o mediante la aplicación de tratamiento externos, como calor y otros sistemas.
Tableros contrachapados, los tableros contrachapado como sustituto del entablado se empezó a utilizar en fachadas desde los años 40.
Eran tableros ranurados mediante una sobrepresión que imitaban el entablado clásico y permite diferentes texturas: unas más toscas como aserrado o escobillado y, otras, lisas, en relieve, o con una capa sobrepuesta de densidad media especial para pintar.
Por descontado que estos tableros requieren un encolado fenólico resistente al exterior, un acabado mejoraro y una especial atención a los cantos, punto más débil frente a la humedad.
El acabado requiere diferentes grados de protección: tinte opaco, altamente pigmentado (que sólo deja ver la textura de la madera y oscurece los nudos) o pintura a base de aceite o emulsión de látex.
Estos acabados, aplicados en fábrica o en obra, tienen una gran uniformidad en el tiempo y un mantenimiento dilatado.
En caso necesario, se trata en autoclave con protectores a presión debiendo ir las fibras extremas de los cantos selladas.
Su peso es ligero, que lo hace fácil de manejar especialmente cuando se comercializa en formato de lamas, con bordes rectos o biselados, y longitudes de hasta 4880 mm y anchos de 305 mm y espesores entre 8,5 mm y 16 mm.
También se utilizan en formato de placas donde debe solucionarse en cada caso el detalle constructivo de los cantos, solapes, goterones, etc.
Las especies más utilizadas son el pino de Oregón y el pino amarillo del Sur.
Para su puesta en obra se debe guardar la junta habitual en este tipo de tableros: 3 mm.
Tableros contrachapados de alta densidad, aprovechando las buenas propiedades del contrachapado y en un intento de dotarle definitivamente de una protección al exterior, se desarrollaron los contrachapados de alta densidad.
En este caso, además de encolar las chapas, el adhesivo fenólico impregna completamente la chapa de madera con un proceso de temperatura y presión adecuados acercándose a una cierta ‘vitrificación’ del tablero.
Por este motivo puede colocarse en fachada con un margen de confianza alto (en teoría solamente podría dar problemas de compatibilidad con herrajes produciendo manchas, etc.).
En España ha tenido un uso espectacular a partir de los años 1980, sin parangón en otros países. Entre los principales fabricantes, hay dos españoles y uno italiano.
Tableros estratificados fenólicos,el tablero estratificado fenólico baquelizado tiene un aspecto similar al anterior y lo fabrican las mismas empresas, pero es un producto totalmente diferente.
Consta de un alma de fibras de madera o papel tratadas con resinas fenólicas termoendurecidas y comprimidas a altas presiones y temperaturas con caras de chapa de madera u otro material.
El acabado es baquelizado cuando va al exterior. La baquelita es una resina fenólica que se transforma en en plástico termoestable (fue inventada en 1909).En ambos casos (contrachapados de alta densidad y baquelizados) los tableros van fijados sobre una estructura de rastreles de madera o metálicos (normalmente estos últimos).
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